Cómo saber si tienes dependencia emocional.

Puedes estar en una relación que no siendo muy satisfactoria sigues luchando por mantener o puede que tu pareja haya roto contigo y que te haya dicho que no te quiere y no desea seguir a tu lado, pero tú todavía no eres capaz de aceptar la situación. Piensas que aún te quiere y que se dará cuenta de su error y que volverá a ti. Te engañas para no afrontar la situación que tienes delante de tus ojos.

Hay una gran diferencia entre amar a alguien y sentir dependencia emocional por esa persona. Si hay dependencia emocional hay miedo no amor. Se produce un apego emocional o una adicción psicológica hacia tu pareja. Aparece el miedo a que te abandone, a estar solo/a, a sentirte perdido/a, sin nadie a tu lado que te quiera o desprotegido/a.

De ahí que aceptas situaciones y conductas que no te benefician porque crees que la ruptura sería peor. Eres capaz de someterte y de renunciar a todos tus deseos y necesidades para tratar de mantener a tu pareja junto a ti.

Desear, anhelar, interesarse por algo o alguien es normal, siempre que no caigas en la obsesión y estés listo para la pérdida.

Walter Riso

A continuación te sugiero una serie de conductas y pensamientos que pueden reflejar dependencia emocional y sus posibles motivos:

Índice de contenido

Necesitas a la otra persona, sientes que no eres nada si tu pareja.

Aquí puede que haya miedo a la soledad y a sentirte desprotegido/a. Bajo sentimiento de autovalía, te valoras poco y no aprecias lo bueno que hay en ti. Es posible que haya reducido tu mundo a tu pareja y que no veas nada más. Crees que necesitas lo mucho o poco que te aporta y sin eso tu vida sería mucho peor.

Pero eres mucho más que la pareja de alguien, eres mucho más valioso/a de lo que crees. Tu pareja no es imprescindible en tu vida. Puedes tener una vida feliz y rica si él o ella no estuvieran. La necesidad solo genera conflicto y dolor.

¿Puedes ampliar un poco tu perspectiva y ver todas las cosas buenas que hay en tu vida más allá de tu pareja?

Disculpas todas sus malas conductas: mal humor, mal carácter, indiferencias y desprecios.

No tienes en cuanta lo que deseas y necesitas, lo que te gustaría que tu pareja te aportara. Parece que te tienes poco respeto al permitirlo. Tal vez creas que no podrás conseguir que otra persona quiera estar junto a ti y te aferras a ella con todas tus fuerzas aunque no seas feliz.

¿Qué cosas no te gustan de tu pareja? ¿Qué te resulta inadmisible y sin embargo toleras? ¿Qué te gustaría recibir de tu pareja? ¿Lo haces?

Deseas que sea diferente y que cambie: distintas conductas, valores y personalidad.

Pero ni cambia ni lo/a dejas. Sabes lo que quieres y se lo has comunicado, pero no hay cambios. Puede que haya miedo a la soledad, a perder lo poco que te da, no crees que puedas conseguir a alguien mejor. Has dejado tus necesidades y prioridades en un segundo lugar.

¿Cómo te gustaría que fuera tu pareja? ¿Es muy diferente tu pareja actual?

Sientes pánico a perderlo/a.

Puede que tengas miedo a la soledad y al fracaso. Estas apegado/a a lo mucho o poco que te proporciona. También tienes miedo a sentir el dolor de una ruptura y a la soledad. Tienes miedo al cambio y a lo nuevo aunque pueda ser mejor.

Pierde el miedo a perderlo/a. Puedes ser feliz sin tu pajeras aunque ahora no te lo creas. Aprende a perder. Y recuerda que nada es para siempre. Hay momentos que es mejor dejar ir que aferrarte a algo que ya no funciona.

Afronta las situaciones que te dan miedo.

Ha habido varias rupturas y reconciliaciones.

No estás bien, tu relación es poco satisfactoria, no te proporciona bienestar emocional, pero tienes miedo a lo que hay detrás de una ruptura definitiva. Soledad, desamparo, inseguridad y vacío vital. Te aferras a lo conocido por insatisfactorio que sea. E impides que algo nuevo y mejor pueda entrar. Sería positivo que aprendieras a soltar lo que ya no funciona y no tiene arreglo. Seguir poniendo energía en algo que ya está muerto solo te generará impotencia y frustración.

Una idea obsesiva siempre parece una gran idea, no por ser grande, sino porque llena todo el cerebro.

Jacinto Benavente

Eres incapaz de dejar la relación o de completar el duelo tras la ruptura.

Sientes una fuerte atracción emocional o psicológica por tu pareja. Fantaseas con que la relación mejorará o si ha habido ruptura de que volverá arrepentido/a. Son maneras de postergar lo inevitable aunque no quieras verlo. Miedo a perder lo poco que tienes pues te da más miedo lo que hay detrás de la separación. Soledad, responsabilizarte de tu vida, inseguridad o dudas de ser capaz de atraer a otra persona. Asume la pérdida y deja de aferrarte a lo bonito que fue, pero que ya no es.

Has dejado de lado a familiares y amigos.

Sobre todo si tu pareja se ha enfado con alguno de ellos. Dejas de verlos o lo haces a escondidas. Pues no quieres que se moleste y se enfade contigo. Has dejado de tener en cuenta tus deseos con la excusa de no contrariarlo/a. Sus filias y fobias condicionan tu vida. Has dejado de tenerte en cuenta y de autorespetarte. Te has separado de personas que te quieren por tu pareja. Has empobrecido tu vida aunque quieras convencerte de que el sacrificio merece la pena. El amor sano no requiere de sacrificios.

Has convertido a tu pareja en el centro de tu vida.

Única fuente de gratificación y alegría. Has dejado de ver todo lo bueno que hay en tu vida. Todas las fuentes de disfrute y felicidad. Estás enfocado/a en la otra persona y crees que es lo único que te proporcionará felicidad y bienestar. ¿Eres capaz de reírte y pasarlo bien sin tu pareja? Has reducido la visión de tu vida lo que la hace menos rica. Y con una fuerte dependencia por esa única fuente de disfrute. Suena a dependencia emocional.

¿Qué tal si buscas otras fuentes de alegría y te abres a la vida?

Necesitas controlar completamente a la otra persona para sentirte seguro/a.

Dónde está, qué hace, con quién está. Crees que eso te da seguridad, pero te produce una gran ansiedad y preocupación constante. Desconfías de la otra persona y también de ti. Puedes tener baja autoestima y autovaloración y una gran inseguridad pues no te ves lo suficientemente valioso/a para que la otra persona quiera estar contigo sin necesidad de tenerlo atado/a. Piensas que si no lo tienes controlado puede que conozca a otra persona y te deje. Amar a una persona no la hace de tu propiedad. No sois propiedad de nadie.

¿Crees que lo que haces te ayuda a que te quiera y a tener confianza en ti mismo/a?

Necesitas que te demuestre constantemente que eres su prioridad, que te quiere y que te valora.

Tienes una falta de autoestima y autoconfianza. No te sientes valioso/a y necesitas que la otra persona te lo esté recordando todo el tiempo para intentar autoconvencerte de que es verdad. Pero en el fondo no te lo crees. Así que por mucho que te lo diga no te lo crees y además lo/la culparás diciéndole que no te valora. Otra opción es que realmente no te valore y tú le fuerces a decírtelo, mentira tras mentira. ¿Crees que si alguien no ve tu valía dejas de tenerla? ¿Crees que sería bueno que le expresaras tus sentimientos de inseguridad con vulnerabilidad, pero sin exigencias?

Usted mismo, tanto como cualquier otro en el universo entero, merece su amor y afecto.

Buda

Tu bienestar emocional y físico está cada vez más deteriorado.

Tu relación no es buena, te está afectando física y emocionalmente pero estás enfocado/a en salvar la relación a toda costa y en arreglar a tu pareja cuando siempre lo primero debes ser tú. Pero tienes más miedo a la soledad o al abandono y al dolor que te producirá la ruptura. Te cuesta ver y darte cuenta de tu sentir y bienestar. ¿Crees que te es beneficiosa una relación que te haga sentir tal desdichado/a? ¿Crees realmente que una situación así tiene vuelta atrás?

Has dejado de ser tu mismo/a.

Has dejado de ponerte en el centro de tu vida, tal vez lo consideres egoísta. Te has adaptado y sometido a los gustos, deseos y necesidades de tu pareja para tratar de mantenerlo a tu lado. Si el precio que tienes que pagar para estar con otra persona es dejar de ser tu mismo/a creo que es demasiado caro. Además no estás permitiendo que la otra persona ame a tu verdadero yo. Te has abandonado, te has sacrificado, te has vendido para que la otra persona siga a tu lado, pero ¿por cuánto tiempo? ¿Crees que es estimulante y atractivo estar con alguien que se ha sometido y que no se aprecia ni valora? ¿Crees que eso es amor?

Estás ciego/a a tu propio dolor y sufrimiento.

No ves tu estado emocional, lo que sufres y padeces. La dinámica de tu relación es poco gratificante pero estás enfocado/a en la otra persona. Toda tu atención y energía está puesta en tu pareja. Parece que te tienes poco afecto y autorespeto. Para que otra persona te quiera tienes que quererte tú primero. Y si no te quieres buscarás desesperadamente que la otra persona te de el afecto que no te das tú y te colocará en una situación de dependencia.

Esta obsesión es miedo no amor. Deseas entregar todo tu amor a cambio de que esa persona te libere de tus miedos y te de lo que crees que tú no puedes darte. Pero donde hay apego hay temor. Crees que tu mismo/a no eres capaz de afrontar esos miedos. Te ves insuficiente para ello. Y este es el problema base de todas estas conductas: baja autoestima, sentimientos de insuficiencia y de poca valía, poco autorespeto y muy poco amor a ti mismo/a.

Así, para superar esta dependencia emocional tienes que ganar confianza y autodignidad para no permitir este tipo de dinámicas en tu relación o tras la ruptura. Te estás aferrando al amor de la otra persona cuando has descuidado el más importante que es el amor por ti mismo/a. El que te protegerá de todas estas conductas contraproducentes.

En definitiva si sufres y sigues en la relación o tras la ruptura es que hay dependencia emocional.

Amarse a uno mismo es el comienzo de un romance de por vida.

Oscar Wilde

Si te ha sido de utilidad este artículo compártelo. Y si quieres que profundicemos en tu situación te animo a que contactes conmigo y me cuentes tu caso. Muchas gracias.